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14 abr 2013


LA ESCUELA NUEVA
Los maestros/as, profesores/as tienen que ser progresistas en la educación e innovar y nosotros como futuros educadores también. Tenemos que ser críticos con la educación tradicional la cual es formalista, autoritaria, fomenta la competitividad y construye una mera transmisión de conocimientos mediante la memorización, pasiva para el alumno/a y ajena a sus intereses.
La educación tiene que ser práctica, participativa, democrática, colaborativa, activa, motivadora.. etc.
La Escuela Nueva surge en Europa a finales del S.XIX y se consolida en el primer tercio del S.XX, como alternativa a la educación tradicional, en un contexto histórico propicio, ya que sus principios educativos, su metodología y su praxis escolar sintonizan a la perfección con el tipo de enseñanza que necesitan las clases medias.
Por otra parte, en EE.UU encontramos un movimiento parejo a la Escuela Nueva, que allí recibe el nombre de Escuela Progresista y que se inicia como protesta frente a la escuela tradicional americana centrada en el profesor y en los principios educativos clásicos. Este movimiento es difundido por los profesores de universidad y adoptado por maestros de las escuelas públicas y asociaciones profesionales con el fin de transformar la sociedad por medio de la Educación.
La Escuela Progresista giraba en torno a la filosofía de John Dewey y adoptó como método de enseñanza el lema: APRENDER HACIENDO. Este movimiento tuvo una enorme difusión en los EE.UU, sobre todo en el periodo alrededor de las grandes guerras, aunque empezó a decaer en los años 40 para desaparecer prácticamente después de la Segunda Guerra Mundial.
Entre precursores más destacado de la Escuela Nueva podemos mencionar: Jean-Jacques Rousseau, Pestalozzi, Froebel y Herbart.
La Escuela Nueva también ha sido criticada, la mayor parte de veces injustificadamente, desvirtuando o malinterpretando sus principios fundamentales, contra los que arremetieron. Fue criticada por la Iglesia Católica y por grupos reaccionarios a causa de la coeducación de niños y niñas y de su laicismo. Otros grupos, profesionales o políticos, criticaron su supuesto antiintelectualismo o el abuso de los sentidos y la actividad, frente a la disciplina, la memorización y el control de la inteligencia y la voluntad.
En nuestra opinión estamos de acuerdo con los propósitos de la Escuela Nueva porque el educador tiene que conocer y potenciar los talentos y capacidades de cada niño y educar conforme a éstos y teniendo siempre presentes los talentos y motivaciones de éste. Los educadores tienen que innovar, motivar al alumno, proponer técnicas de estudio que dejen al lado la memorización (cosa que m parece muy importante y elemental), fomentar el trabajo en grupo para que entre ellos debatan sus distintos puntos de vista.. etc. Me parece muy interesante los que piensa Froebel sobre que la educación debe respetar el libre desarrollo de las capacidades de cada educando y que el maestro debe de tener un función orientadora. Finalmente, creo que todos los educadores tendríamos que acabar con la enseñanza tradicional porque cada vez vamos evolucionando y cambiando y se necesitan otras técnicas y formas de enseñar.






Bibliografía:


Tema de la “educación en el S. XVIII. La Ilustración” de la asignatura Fundamentos teóricos, históricos y políticos de la Educación impartida por Mª Paz González Rodríguez.

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