LA
ESCUELA NUEVA
Los
maestros/as, profesores/as tienen que ser progresistas en la
educación e innovar y nosotros como futuros educadores también.
Tenemos que ser críticos con la educación tradicional la cual es
formalista, autoritaria, fomenta la competitividad y construye una
mera transmisión de conocimientos mediante la memorización, pasiva
para el alumno/a y ajena a sus intereses.
La educación tiene que ser
práctica, participativa, democrática, colaborativa, activa,
motivadora.. etc.
La
Escuela Nueva surge en Europa a finales del S.XIX y se consolida en
el primer tercio del S.XX, como alternativa a la educación
tradicional, en un contexto histórico propicio, ya que sus
principios educativos, su metodología y su praxis escolar sintonizan
a la perfección con el tipo de enseñanza que necesitan las clases
medias.
Por
otra parte, en EE.UU encontramos un movimiento parejo a la Escuela
Nueva, que allí recibe el nombre de Escuela Progresista y que se
inicia como protesta frente a la escuela tradicional americana
centrada en el profesor y en los principios educativos clásicos.
Este movimiento es difundido por los profesores de universidad y
adoptado por maestros de las escuelas públicas y asociaciones
profesionales con el fin de transformar la sociedad por medio de la
Educación.
La Escuela Progresista giraba en torno a la filosofía de
John Dewey y adoptó como método de enseñanza el lema: APRENDER
HACIENDO. Este movimiento tuvo una enorme difusión en los EE.UU,
sobre todo en el periodo alrededor de las grandes guerras, aunque
empezó a decaer en los años 40 para desaparecer prácticamente
después de la Segunda Guerra Mundial.
Entre
precursores más destacado de la Escuela Nueva podemos mencionar:
Jean-Jacques Rousseau, Pestalozzi, Froebel y Herbart.
La
Escuela Nueva también ha sido criticada, la mayor parte de veces
injustificadamente, desvirtuando o malinterpretando sus principios
fundamentales, contra los que arremetieron. Fue criticada por la
Iglesia Católica y por grupos reaccionarios a causa de la
coeducación de niños y niñas y de su laicismo. Otros grupos,
profesionales o políticos, criticaron su supuesto
antiintelectualismo o el abuso de los sentidos y la actividad, frente
a la disciplina, la memorización y el control de la inteligencia y
la voluntad.
En nuestra opinión estamos de acuerdo con los propósitos de la Escuela Nueva
porque el educador tiene que conocer y potenciar los talentos y
capacidades de cada niño y educar conforme a éstos y teniendo
siempre presentes los talentos y motivaciones de éste. Los
educadores tienen que innovar, motivar al alumno, proponer técnicas
de estudio que dejen al lado la memorización (cosa que m parece muy
importante y elemental), fomentar el trabajo en grupo para que entre
ellos debatan sus distintos puntos de vista.. etc. Me parece muy
interesante los que piensa Froebel sobre que la educación debe
respetar el libre desarrollo de las capacidades de cada educando y
que el maestro debe de tener un función orientadora. Finalmente, creo
que todos los educadores tendríamos que acabar
con la enseñanza tradicional porque cada vez vamos evolucionando y
cambiando y se necesitan otras técnicas y formas de enseñar.
Bibliografía:
Tema
de la “educación en el S. XVIII. La Ilustración” de la
asignatura Fundamentos teóricos, históricos y políticos de la
Educación impartida por Mª Paz González Rodríguez.
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